En la FIE entendemos la calidad como la política de mejora continua para el cumplimiento de su misión. Si nuestra misión es mejorar la calidad de vida de las personas, debemos evaluar en qué medida nuestras acciones contribuyen a ello. Así, en la FIE, calidad está asociada a calidad de vida de las personas, Pero no entendemos la persona como un ser aislado, la concebimos no tan solo en ella misma sino en relación con su familia, su entorno cercano, el equipo profesional que le ofrece apoyos y la comunidad en donde vive.
Es por todo ello que en la FIE, la evaluación se estructura entorno a dos ejes:
Uno de los objetivos fundacionales de la FIE era contribuir a la investigación científica y médica entorno a la lesión medular. La experiencia a lo largo de los diez años de funcionamiento ha llevado a ampliar este objetivo más allá del ámbito médico y de este tipo de lesión.
Durante los años de funcionamiento de los Centres Pont se ha evolucionado técnicamente aprendiendo continuamente de y con las personas que asisten e incorporando los últimos avances a nivel de entrenamiento para aplicarlo a las sesiones.
Se ha podido crecer en la objetivación de las mejoras en la calidad de vida de las personas de manera científica y rigurosa. Todo este proceso de observación activa, análisis y reflexión ha llevado a innovar en recursos, protocolos y métodos. En este camino hacia más y mejores servicios se considera clave compartir los conocimientos y experiencias, para ello los diferentes trabajos se presentan en congresos, ferias… y se ponen a disposición de la comunidad.
Hasta ahora el proyecto emblemático en esta área ha sido el Cojín NUBOLO. Actualmente se está preparando un proyecto de Neuroplasticidad.
Otros trabajos en esta área son:
En 2009, Isidre Esteve considero que estaba a punto para competir de nuevo y corrió en coche el Rali Dakar. Sufrió diversas úlceras como consecuencia del roce continuo con el asiento del coche, provocadas por la dureza del recorrido y su inmovilidad que lo obligaron a una convalecencia muy dura de un año y medio prácticamente tendido boca abajo de manera permanente. Aquellos momentos lo llevaron a afrontar un nuevo reto: hacer un cojín que evitara aquel tipo de úlceras por presión en la piel, muy habituales en las personas con discapacidades motrices.
Después de 7 años de ensayos, pruebas y test, la FIE, con el apoyo de Josep María Lloreda, propietario de la firma de Canovelles KH7 y en colaboración con el Hospital Vall d’Hebron, el CAR de Sant Cugat, la empresa de automoción DOGA y Mengibar SA, ha creado un cojín inteligente que supone un avance respecto los existentes hasta el momento en el mercado, es el cojín NUBOLO.
Los cojines que se fabricaban con anterioridad limitaban su uso a un periodo máximo continuado de 8 horas. El cojín NUBOLO permite su uso hasta 16 o 18 horas sin riesgo de tener úlceras por presión.
El éxito de este producto se basa en del mecanismo de inflado y desinflado automático del cojín que hace variar las presiones según la zona, hecho que asegura la relajación y el buen estado de la piel.
El sistema se puede adaptar a las necesidades concretas de cada persona y en diferentes situaciones ya que trabaja con el mínimo de presión posible en cada zona.
Hay tres versiones:
Este proyecto pretende probar un protocolo de trabajo de entrenamiento basado en las nuevas tecnologías, para persones que por cualquier causa han tenido alguna lesión cerebral que ha afectado a su movilidad.
Nuestro cerebro tiene la capacidad de adaptarse y cambiar creando y modificando sus neuronas. El sistema nervioso lo podemos comparar con una red de carreteras. Tienen la capacidad de reorganizar “las rutas neuronales”, puede crear nuevas conexiones entre ellas e incluso crear nuevas carreteras para que la información pueda llegar al lugar que corresponde.
Cuando debido a un accidente, una enfermedad o cualquier otra circunstancia, hay carreteras que se bloquean, el sistema nervioso puede buscar variantes para “esquivar” el problema creando nuevas vías mediante la neuroplasticidad, sin fecha de caducidad y para todas las personas a lo largo de toda la vida.
La realidad virtual se ha mostrado eficaz en la mejora funcional a corto y largo plazo.
En este proyecto se pretende utilizar videos grabados por deportistas de alto nivel con cámaras 360, para que la persona con movilidad reducida pueda, con la realidad virtual, vivir diversas prácticas deportivas y tener una mayor variedad de sensaciones “olvidadas” para crear nuevas vías neuronales. Se proporcionará una gran variedad de estímulos y de una calidad excepcional.
Una vez que las personas hayan completado el protocolo de entrenamiento, se analizarán los resultados y se emitirán las conclusiones respecto como este método puede mejorar su calidad de vida.